La segunda quincena del mes de mayo se presenta con condiciones meteorológicas muy activas, especialmente en el centro y norte de la provincia de Buenos Aires, donde se esperan lluvias y tormentas de gran intensidad. Este fenómeno dejará acumulados de precipitación destacados y se traducirá en anomalías positivas en gran parte del este del país, incluyendo el Litoral, el NEA y particularmente Buenos Aires.
El contraste con el resto del territorio nacional es notable: regiones como Cuyo, el norte patagónico y el noroeste argentino mantendrán registros de precipitación más cercanos a los promedios habituales para esta época del año. La estabilidad dominará estas zonas, sin eventos significativos en cuanto a lluvias. El modelo del Centro Europeo (ECMWF) confirma esta distribución, mostrando acumulados relevantes sólo sobre sectores específicos del centro-este.
De cara a la última semana del mes, se espera que el noreste del país, junto con zonas de Paraguay y el sur de Brasil, concentren los mayores acumulados. Sin embargo, estas precipitaciones se mantendrán dentro de un rango moderado. Es decir, el foco principal de inestabilidad se dará en la tercera semana sobre la región pampeana, y se trasladará hacia el NEA durante los últimos días de mayo.
Uno de los aspectos más llamativos del periodo actual es el comportamiento térmico. Las temperaturas se ubican muy por encima de los promedios normales en gran parte del país, desde el centro hacia el norte, generando condiciones atípicas para esta altura del año. Este patrón cálido está asociado a una circulación persistente del norte y al dominio de condiciones estables.
Según los pronósticos del modelo europeo, esta tendencia cálida continuará durante los próximos cinco días. Las máximas seguirán alcanzando valores más propios de la primavera o incluso del verano en muchas localidades del centro y norte argentino. Este escenario de temperaturas elevadas impacta especialmente al sector agropecuario, que observa con atención cómo se prolonga esta ventana cálida en pleno mes otoñal.
No obstante, este comportamiento anómalo tiene fecha de vencimiento. A partir del 19 de mayo, se espera una irrupción de aire frío que cambiará el panorama térmico de forma marcada. Este ingreso afectará a gran parte del país y dará lugar a temperaturas por debajo de lo normal, en lo que será el primer enfriamiento generalizado y contundente de este otoño.
Tras el pasaje del frente frío, se espera una estabilización térmica hacia el final del mes. Las proyecciones muestran que, entre el 25 y el 31 de mayo, las temperaturas tenderían a normalizarse, posicionándose dentro de los rangos promedio para la época tanto en el centro como en el norte del país.
Este cierre más equilibrado vendría a compensar parcialmente el fuerte contraste térmico observado entre la primera y la tercera semana del mes. Si bien el aire frío será el protagonista durante algunos días, no se espera que el descenso de temperatura se mantenga de forma prolongada ni que derive en heladas generalizadas, al menos en esta etapa.
En resumen, el comportamiento meteorológico de las próximas dos semanas estará dominado por tres fenómenos principales: las lluvias intensas en la región pampeana, un núcleo cálido inusual para mayo y un marcado cambio térmico a partir del 19. El seguimiento actualizado será clave para anticipar impactos en la producción agropecuaria y la vida cotidiana.