Recientemente, un estudio publicado en Communications Earth & Environment destacó un fenómeno cada vez más alarmante en el Atlántico Sur: las olas de calor marinas.
Esta investigación, liderada por científicos de universidades de Europa y Brasil, ofrece un análisis detallado de la formación, características y causas de estas olas de calor, que están impactando directamente la vida marina y el clima costero a lo largo de América del Sur.
Según el estudio, las olas de calor marinas son eventos extremos de calentamiento de la superficie del océano, en los que la temperatura del agua permanece anormalmente alta durante largos períodos.
En el Atlántico sur occidental, estas ondas se han vuelto cada vez más intensas y frecuentes, en gran parte debido al calentamiento global y la variabilidad climática natural, como los eventos de El Niño y La Niña.
El estudio identificó tres regiones principales a lo largo de la costa de América del Sur, cada una con patrones distintos de olas de calor marinas. En el norte los eventos tienden a ser más duraderos, mientras que en el sur son más intensos, pero de corta duración. La zona central tiene características intermedias. Esta variación regional es importante para comprender cómo interactúan los sistemas climáticos y oceánicos globales.
La investigación utilizó técnicas de análisis avanzadas, como la agrupación de k-medias, para identificar diferentes tipos de olas de calor a lo largo de la costa. Uno de los principales hallazgos del estudio es que las olas de calor en el Atlántico Sur están influenciadas por fenómenos climáticos a gran escala, como El Niño y la Oscilación Madden-Julian.
Las causas de estas olas de calor son tanto locales como globales. Según el estudio, pueden generarse por flujos de calor entre el aire y el mar, la dinámica de los océanos y variaciones climáticas a gran escala. Por ejemplo, en el centro del área estudiada, la oscilación Madden-Julian juega un papel crucial, bloqueando la formación de nubes y aumentando la radiación solar que incide sobre el océano. Al mismo tiempo, los vientos débiles reducen el enfriamiento de la superficie del mar, empeorando el calentamiento.
El estudio destaca que, a medida que aumenten las temperaturas globales, las olas de calor marinas en el Atlántico Sur seguirán intensificándose. Esto representa un desafío para la preservación de los ecosistemas marinos y para las comunidades costeras que dependen de la pesca y el turismo. Identificar y comprender los factores que desencadenan estas olas de calor es esencial para desarrollar sistemas de alerta temprana, que puedan ayudar a mitigar sus impactos.
En conclusión, las olas de calor marinas son un reflejo del cambio climático y de la compleja interacción entre el océano y la atmósfera. El estudio supone una valiosa contribución a la ciencia del clima y ofrece información importante para planificar estrategias de adaptación, especialmente en las zonas costeras más vulnerables.
Referencia de la noticia:
Artana, C., Rodrigues, R.R., Fevrier, J. et al. Characteristics and drivers of marine heatwaves in the western South Atlantic. Commun Earth Environ 5, 555 (2024)