San Pedro es una joya del norte bonaerense que combina historia, naturaleza, producción frutal y una marcada identidad ribereña: ubicada a orillas del río Paraná, a unos 170 km de la Ciudad de Buenos Aires, esta localidad es un destino elegido tanto para escapadas de fin de semana como para recorridos con interés cultural y gastronómico.
Disfrutar de su ritmo sereno y sus múltiples encantos ribereños de la mano de deportes náuticos, paseos en lancha o a pie por el río, y recorridos por sus barrancas y costas arboladas son algunas de las experiencias imperdibles en esta localidad. A continuación, te contamos cuáles son los lugares más atractivos para conocer y por qué.
Si de visitas imprescindibles para hacer en San Pedro se trata, la del Museo Paleontológico y el Monumento de la Batalla de la Vuelta de Obligado, que evoca uno de los hitos históricos más importantes del país, son las más distinguidas.
Asimismo, los viveros, los montes frutales y los pequeños pueblos rurales que salpican el paisaje entre campos verdes completan el escenario ideal para una escapada tranquila. También son muy populares los tradicionales carros costaneros y los restaurantes junto al río, donde es posible saborear pescados frescos y otras delicias artesanales con vista al Paraná.
Como en todo pueblo, una de las atracciones para visitar es su templo principal: en el caso de San Pedro, la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro tiene un estilo italiano y mira desde lo alto a la plaza principal. Construida entre 1860 y 1911, se trata de un ícono del casco histórico situado en la Plaza Constitución, a 30 metros del Palacio Municipal.
Luego de disfrutar un rato al sol en la plaza principal, un recorrido por la calle Mitre y sus alrededores permiten también descubrir una arquitectura antigua, cafés, heladerías, panaderías y almacenes: los visitantes pueden visitar ferias o tiendas de dulces, frutas en conserva, escabeches y artesanías locales.
Este museo, un destacado centro de investigación y divulgación científica de la ciudad, alberga más de veinte especies de mamíferos fósiles en exhibición permanente, incluyendo restos de gliptodontes, toxodontes, perezosos gigantes y otros animales que habitaron la región durante el Pleistoceno.
¿Por qué visitarlo pronto? En los últimos días, el Grupo Conservacionista de Fósiles perteneciente al Museo Paleontológico de San Pedro anunció el descubrimiento de una extraña marca en la superficie de un fósil de hace 700.000 años: se trata de un fragmento de un armadillo extinto, el cual fue hallado a ocho metros de profundidad en San Pedro. “El borde del caparazón presenta un hueco donde falta el tejido óseo; el animal siguió viviendo mientras se comenzaba a cicatrizar la herida”, explicaron desde la institución.
El equipo del Museo Paleontológico desenterró recientemente un fragmento de la coraza de un armadillo gigante, donde se observa un extraño hueco en la superficie del fósil. La pieza corresponde a la región caudal (donde comenzaba la cola del animal) de un ejemplar de la especie Glyptodon munizi, mamíferos acorazados de gran talla que se extinguieron a finales de la edad Ensenadense.
El hallazgo se realizó en un sector de canteras de extracción de tosca perteneciente a la firma Tosquera San Pedro, de la familia Iglesias, en una capa sedimentaria ubicada a unos 8 metros de profundidad del suelo actual. Una vez trasladado al museo, el material fue acondicionado en el taller de preparación.
Las tareas de remoción de la roca adherida al fósil y posterior consolidación de la pieza fueron realizadas por Daniela Giménez y Juan Cabrera, madre e hijo, que son asiduos colaboradores de la institución: al avanzar en la limpieza del fósil comenzó a aparecer un sector en el que se observaba un hueco, de forma casi circular, que mostraba signos de cicatrización en sus bordes. La marca tiene unos 2,1 x 2,5 cm de ancho y unos 6 mm de profundidad.
El museo está ubicado en la calle Carlos Pellegrini 145 (frente al Palacio Municipal) y se puede visitar los días martes, viernes, sábados y domingos de 10 a 12 horas y de 15 a 18 horas. La entrada general tiene un valor de $2.500 (vale para mayores a partir de 8 años, menores no abonan).
La gastronomía de San Pedro combina lo mejor de la cocina criolla bonaerense con influencias de la fruticultura regional, especialmente los cítricos como la naranja y el durazno, productos emblemáticos de la zona.
Uno de los sabores para probar casi obligadamente en San Pedro es la ensaimada, un dulce tradicional de origen mallorquín. A su vez, por su cercanía al río Paraná, en la ciudad es común encontrar sábalo, surubí y patí, preparados a la parrilla, al horno o en milanesas.
Una experiencia bastante concurrida en el partido de San Pedro es la visita a La Campiña, un encantador emprendimiento agroturístico y gastronómico ubicado en Río Tala y fundado por los reconocidos periodistas Mónica Cahen D’Anvers y César Mascetti. El lugar combina la producción frutícola con una propuesta turística que invita a disfrutar de la naturaleza y la tradición rural argentina. Aquí se ofrecen una variedad de actividades para disfrutar en un entorno natural: visitas guiadas con recorridos por las plantaciones de naranjos y duraznos, la huerta, el rosedal y el palomar de César; y venta de productos elaborados en el lugar, como dulces, budines, alfajores y conservas. Se recomienda reservar con anticipación.
San Pedro alberga con orgullo el Parque Histórico y Natural Vuelta de Obligado, emblema de la Soberanía Nacional y escenario clave de la historia argentina.
Ubicado en el pintoresco pueblo turístico Vuelta de Obligado, a unos 18 km del centro de San Pedro, se trata de un sitio que fue testigo del enfrentamiento fluvial de 1845, y aún conserva vestigios conmovedores de aquella gesta. Los visitantes pueden descubrir los cañones originales y el sistema de triple cadena que intentó frenar el avance de las flotas anglo-sas.
Hoy, este enclave histórico forma parte de una extensa reserva municipal y refugio de vida silvestre. Sus senderos bien señalizados invitan a recorrer una sorprendente variedad de especies autóctonas, convirtiéndolo en un espacio natural único dentro del ámbito urbano. Desde el museo histórico Batalla de Obligado hasta el Paseo Costanero, pasando por las barrancas y la espesa vegetación ribereña, el entorno ofrece el marco ideal para caminatas serenas y paseos en bicicleta al aire libre.
Como indicamos anteriormente, San Pedro se encuentra a unos 170 km al norte de la Ciudad de Buenos Aires. Para llegar hay variedad de opciones cómodas, tanto en auto como en transporte público.
En el caso de ir por cuenta propia, la ruta recomendada para llegar desde Buenos Aires es tomar primero la Autopista Panamericana (RN 9) ramal Campana-Zárate-Rosario. A la altura del km 153, se debe tomar salida por el a San Pedro. La duración del viaje está estimada en 2 horas, aunque puede variar dependiendo del tránsito.