Si has notado que las mañanas urbanas son más tranquilas, especialmente cuando se trata del canto de los pájaros, no estás solo. Este fenómeno ha sido observado por residentes de muchas ciudades alrededor del mundo.
La Universidad Checa de Ciencias de la Vida en Praga ha realizado estudios para comprender cómo los factores urbanos como el ruido y la iluminación artificial afectan al comportamiento de las aves. Esta investigación revela que las aves adaptan sus cantos a las duras condiciones de las ciudades.
El ruido constante de las ciudades, proveniente de vehículos, edificios y actividades humanas, perturba significativamente la comunicación de las aves. Para hacerse oír, muchas especies urbanas han comenzado a cantar a frecuencias más altas, tratando de superar el ruido ambiental. Por ejemplo, estudios sobre carboneros (Parus major) han demostrado que estas aves cantan en tonos más agudos en las ciudades que en las zonas rurales, para adaptarse al ruido urbano.
Además, algunos pájaros cambian el ritmo de sus cantos. Las investigaciones indican que las aves urbanas comienzan sus cantos antes que sus contrapartes rurales, quizás para evitar los picos de ruido en las ciudades. Sin embargo, incluso con estas adaptaciones, el volumen total de canto a lo largo del día tiende a ser menor en las zonas urbanas.
La iluminación artificial en las ciudades también juega un papel crucial en la alteración de los patrones de canto de las aves. La luz constante puede alterar los ritmos circadianos de las aves, provocando que canten en momentos atípicos o reduzcan la frecuencia de sus cantos. Estudios sugieren que la combinación de luz artificial y ruido altera significativamente el comportamiento de las aves, afectando no sólo sus cantos, sino también sus ciclos de alimentación y reproducción.
Durante los periodos de confinamiento provocados por la pandemia de COVID-19, se observó un cambio notable en el comportamiento de las aves. Con la reducción del tráfico y la actividad humana, aves como el gorrión coroniblanco (Zonotrichia leucophrys) han comenzado a cantar en tonos más suaves y complejos, similares a los de sus contrapartes rurales. Este fenómeno puso de relieve la capacidad de los pájaros para adaptar su canto en respuesta a los cambios del entorno sonoro.
Diversos elementos urbanos influyen en la disminución del canto de los pájaros por la mañana:
La disminución del canto de los pájaros en las ciudades es una clara señal del impacto de la urbanización en la vida silvestre. Para preservar la biodiversidad urbana y mantener el equilibrio de los ecosistemas, es fundamental implementar medidas que reduzcan el impacto ambiental de las ciudades. Estas medidas incluyen la creación de espacios verdes, el control de la contaminación acústica y lumínica y la promoción de prácticas urbanas sostenibles.
Synergistic effect of light and noise pollution on dawn and dusk singing behavior of urban European blackbird: Changes during nesting season. 12 de Janeiro, 2025. Ritz-Radlinská, et. al.