Un concepto complejo, y a menudo cuestionado, la ciencia ciudadana es realizada por una variedad de partes interesadas con diferentes objetivos científicos, ambientales y/o sociales, que incluyen el avance de la investigación, la creación de una sociedad más informada y comprometida, y el impacto en las políticas públicas u otras tomas de decisiones.
Muchos estudios de ciencia ciudadana tienen como objetivo monitorear insectos e incluyen especies invasoras, así como la validación de datos. De esta manera, los científicos ciudadanos pueden aportar en la reducción de la carga global de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Dada la falta general de vacunas y curas, el control adecuado de los mosquitos es una defensa crítica de la comunidad contra estos patógenos. Sumado a ello, existe una necesidad casi universal de una mayor y sostenida vigilancia de los mosquitos y mitigación del hábitat en todo el mundo.
De acuerdo a la investigación "Integrating Global Citizen Science Platforms to Enable Next-Generation Surveillance of Invasive and Vector Mosquitoes" publicado en Insects, la ciencia ciudadana ofrece una solución rentable y escalable a nivel mundial para el monitoreo en tiempo real de las poblaciones de mosquitos de interés para la salud pública.
En la actualización de esta visión, el equipo de trabajo logró 3 objetivos:
Los resultados demuestran el valor y el potencial del paradigma presentado en la investigación, Global Mosquito Alert Consortium, de reunir proyectos internacionales para promover el intercambio de datos, la interoperabilidad y la reutilización.
Además, con base en sus experiencias, ofrecen 5 recomendaciones para la planificación y ejecución de esfuerzos similares de ciencia ciudadana:
De esta manera, la infraestructura sociotecnológica existente se puede utilizar eficientemente, aprovechando las comunidades en línea y en el terreno de científicos ciudadanos equipados con computadoras en sus bolsillos, es decir, los celulares o teléfonos inteligentes.
A medida que el clima cambia, y el medio ambiente se transforma con él, las fluctuaciones en la biodiversidad se pueden documentar a través de esfuerzos de ciencia ciudadana global.
"El seguimiento y la gestión de vectores, contribuyen a la comprensión en la evolución, no solo del mundo cambiante, sino también de lo que eso significa para los resultados de salud", menciona el equipo de investigación en sus conclusiones.
Este tipo de enfoque interdisciplinario de la salud pública se está convirtiendo en el nuevo estándar para la comprensión de las enfermedades, principalmente, a la luz de la pandemia de COVID-19 y su probable origen zoonótico (contagio entre animales y seres humanos).
Los esfuerzos coordinados pueden generar nuevas sinergías, a partir de colaboraciones internacionales entre varias instituciones, permitiendo que conjuntos de datos armonizados resuenen en todo el mundo de formas poderosas e imprevistas para investigadores, personal de control de mosquitos y legisladores.
En conjunto, la ciencia ciudadana y la IA, permiten un marco de vigilancia de nueva generación, que puede servir como un sistema global de monitoreo y alerta temprana en los años venideros.