Este mes es ideal para aquellos que desean dar los primeros pasos en el cultivo de su huerta, ya sea en un jardín amplio o en un balcón en la ciudad. Con la primavera en esplendor, las temperaturas son templadas, los días largos y soleados, y las lluvias ofrecen el agua necesaria para impulsar el crecimiento de una amplia variedad de hortalizas y aromáticas. En este artículo, repasaremos qué especies son las más recomendadas para sembrar y trasplantar en esta época, sus cuidados básicos y algunos consejos prácticos para obtener una cosecha saludable.
Uno de los elementos favoritos en las huertas de primavera es, sin duda, el tomate. Las temperaturas de noviembre resultan ideales para trasplantar los plantines de tomate, ya que se han fortalecido y están listos para adaptarse a la tierra. Los tomates requieren mucha luz solar, al menos seis horas diarias, y un espacio amplio para desarrollarse. Si los estás cultivando en macetas en un balcón, procura elegir macetas profundas, de al menos 30 centímetros de diámetro, para que las raíces crezcan con libertad. Es recomendable colocar guías para mantener la planta erguida y evitar que los frutos toquen el suelo, lo cual ayuda a prevenir enfermedades.
Otra planta que no puede faltar en una huerta de primavera es la albahaca. Además de ser un excelente complemento para el tomate en la cocina, también lo es en la huerta, ya que su aroma ayuda a repeler insectos que podrían afectar a los tomates. La albahaca se adapta bien a las macetas y requiere sol directo. Recordá regarla frecuentemente, pero evitando encharcar, ya que esto podría dañar sus raíces.
Para aquellos que desean planificar cosechas a largo plazo, noviembre es un excelente momento para comenzar con almácigos de apio, coliflor y brócoli. Estas especies tienen ciclos de crecimiento más largos, por lo que comenzar ahora les da el tiempo suficiente para crecer antes de las temperaturas extremas del verano.
El apio, por ejemplo, requiere suelos húmedos y bien drenados. Durante los primeros días de germinación, es importante mantener la tierra húmeda para promover un buen desarrollo. La coliflor y el brócoli, en cambio, prefieren suelos ricos en nutrientes. Al trasplantarlos a su espacio definitivo, es recomendable agregar un poco de compost al suelo para asegurarles el suministro de nutrientes necesarios.
A finales de la primavera, las temperaturas son lo suficientemente cálidas como para sembrar directamente en la tierra o en macetas, sin necesidad de iniciar los cultivos en almácigos. Entre las hortalizas más recomendadas para sembrar en noviembre se encuentran la lechuga, la achicoria, el poroto, la rúcula, la acelga, la calabaza, el zapallito, el zucchini, la remolacha y la zanahoria. Veamos algunos cuidados especiales para cada una de estas especies:
En primavera, es importante regar las plantas en horas tempranas o al final de la tarde para evitar que el agua se evapore rápidamente con el sol. Además, es preferible regar el suelo y no las hojas para evitar enfermedades fúngicas.
Las plagas suelen aparecer con mayor frecuencia en esta época. Para evitarlas, podés incorporar plantas aromáticas como la albahaca, el romero y el orégano, que ayudan a repeler insectos. Además, podés preparar macerados de ajo o cebolla y aplicarlos como repelentes naturales.
Además, es el momento ideal para agregar compost o abono orgánico al suelo. Esto proporciona los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan vigorosamente y produzcan abundantes frutos y hojas.